El Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) expresó alarma ante los informes de que las fuerzas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) se apoderaron este domingo de los barrios iraquíes de Sinjar y Tal Afar, en la provincia de Ninewa, causando desplazamientos masivos de unos 200,000 civiles, la mayoría pertenecientes a la comunidad Yezidi.
Ban Ki-moon expresó en un comunicado gran preocupación por la seguridad de la población.
Ban reiteró que cualquier ataque sistemático a los civiles debido a su origen étnico o a su creencia religiosa puede constituir un crimen contra la humanidad y los responsables deberán rendir cuentas de sus actos.
El titular de la ONU expresó particular consternación por la crisis humanitaria causada por el EIIL y otros grupos armados asociados y exhortó al Gobierno de Irak y al Gobierno Regional de Kurdistán a poner sus diferencias a un lado y trabajar en estrecha colaboración para hacer frente a las necesidades urgentes de seguridad de la nación, así como a proteger adecuadamente a las personas y la integridad territorial de Irak.
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