Colombia: FARC ataca servicios públicos

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) están atacando la infraestructura energética y vial del país, bloqueando el tránsito en las rutas y contaminando el medio ambiente.

Los últimos ataques de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tuvieron como blanco la infraestructura de energía y transporte, lo que impidió el desplazamiento de la población, además de privarla de servicios básicos como el agua y el gas.

El ataque más reciente, ocurrido el 22 de julio, ocasionó daños en el puente Nowen sobre el río Guaviare, en la ruta que conecta los departamentos de Meta y Guaviare, a 15 km de la zona urbana de la ciudad de San José de Guaviare.

El ataque ocurrió solo una semana después de un bombardeo muy similar que tuvo lugar en la misma ruta. A raíz de los daños, los habitantes de Meta y Guaviare no pueden utilizar una de las principales rutas del país.

La primera explosión, ocurrida el 16 de julio, dejó un cráter de cinco metros de profundidad, donde alguna vez existió el puente que unía los dos departamentos.

“El ataque afectó en el primer día el transporte de alimentos, de personas de un lado a otro”, dijo Sandra Lucia Neira, que integra la Secretaría Administrativa de Desarrollo Social de la ciudad de San José de Guaviare.

Los gobiernos de la ciudad y del departamento pudieron reabrir parcialmente la ruta, pero el puente Nowen aún permanece cerrado.

“Aquí no tenemos gas domiciliário”, informó Lucia Neira, quien añadió que se había alterado también la distribución de combustible.

El medio ambiente también resultó dañado por los ataques de las FARC.

El 21 de julio, en el departamento de Putumayo, el chofer de un camión cisterna fue obligado a descargar 1,200 galones de petróleo en la ruta.

Un ataque similar tuvo lugar el 1 de julio, cuando las FARC también obligaron a choferes de 23 camiones cisternas a vaciar el combustible que transportaban en la vera del camino, contaminando los cursos de agua de Putumayo.

Unas 500 personas resultaron afectadas por la contaminación causada por el derrame de petróleo el 1 de julio, según informó la Asociación Nacional de Empresas Transportadoras de Carga por Carretera (ASECARGA), que estimó pérdidas por unos $900,000 dólares.

El 17 de julio, las FARC atacaron la ruta que une los municipios de Barbacoas y Tumaco en el departamento de Nariño, usando explosivos que dañaron un puente e incendiando dos vehículos – uno que pertenecía a la Fiscalía General y el otro a la empresa estatal petrolera Ecopetrol – según informó la Defensoría del Pueblo.

“Durante tres años, tanto las FARC como el ELN [Ejército de Liberación Nacional], han estado utilizando los ataques a la infraestructura energética, petrolera y vial como una táctica militar”, expresó Ariel Ávila, coordinador de la Fundación Paz y Reconciliación.

Los ataques tienen tres objetivos: aumentar la posibilidad de extorsionar a estas empresas, demostrar su habilidad de contragolpe y dar a conocer su fuerza, precisó Ávila.

Ataques en medio de diálogos de paz

Los ataques de las FARC plantean dudas sobre su deseo de alcanzar la paz, en el marco de las negociaciones que el grupo terrorista más grande del país y el gobierno colombiano vienen llevando adelante en La Habana, Cuba, desde noviembre de 2012.

Sin embargo, la cantidad de ataques de las FARC ha descendido recientemente más del 60%. Se registraron 410 hechos durante el primer semestre del año en comparación con los 1,068 casos ocurridos durante el mismo período del año 2013, según la Fundación Paz y Reconciliación.

Pero el gobierno colombiano continúa combatiendo agresivamente a las FARC, dado que los grupos guerrilleros llevaron a cabo más hechos armados en el mes de julio que en junio, indicó Ávila.

“El modelo que fue elegido para las negociaciones…era negociar en medio de las hostilidades”, concluyó.