Hernández Colón pide al Congreso crear incentivo económico para el ELA

El exgobernador de Puerto Rico, Rafael Hernández Colón (PPD), exhortó hoy al Congreso de Estados Unidos a renovar su compromiso con la economía de la Isla y los casi 4 millones de ciudadanos estadounidenses allí, mediante la creación de un nuevo incentivo contributivo federal que estimule el crecimiento económico.

El crecimiento en la Zona del Estado Libre Asociado, según el exgobernador lo describe, es una política inteligente, ya que “… el área de política pública y el diseño constitucional del ELA, que es distinto al de los estados de la Unión, otorga más flexibilidad para políticas adecuadas para Puerto Rico y resulta mutuamente beneficioso para los Estados Unidos”. Hernández Colón hizo hincapié sobre este particular a los gestores de política pública en la víspera del foro del Instituto de Liderazgo Hispano del Congreso (CHLI, por sus siglas en inglés) sobre la situación económica de Puerto Rico.

En un discurso reciente, Hernández Colón dijo que “Han pasado cerca de 20 años desde que el Congreso no toma acción significativa alguna sobre la política económica de Puerto Rico. Algunas personas se preguntan cómo Puerto Rico se diferencia de Detroit. La respuesta corta es que Washington no cambió las reglas de inversión para Detroit. Sí lo hizo para Puerto Rico. El Congreso cambió las reglas de inversión para Puerto Rico en 1996 cuando, con el aval de los partidarios de la estadidad, promulgó la eliminación paulatina de la Sección 936, que era la pieza clave para que las empresas estadounidenses establecieran en Puerto Rico”.

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El ex mandatario dijo además que “el primer y más importante paso es que la legislación y la política en Washington se centren en…una política contributiva que fomente la inversión en Puerto Rico de empresas estadounidenses que ahora operan fuera de los Estados Unidos o que buscan expandirse en el extranjero”.

Finalmente, añadió que “todos estamos plenamente conscientes de que la situación fiscal en los Estados Unidos requiere políticas fiscales neutrales o casi neutrales en cuanto a los recaudos. Pero aprendamos del pasado, la derogación de la 936 no sólo dejó de traer los recaudos proyectados sino que tuvo la consecuencia imprevista de agregar a miles de puertorriqueños en las listas de asistencia social, lo cual es negativo para el Tesoro federal y la emigración de cientos de miles de personas hacia los Estados Unidos, lo cual tiene un impacto adverso en los recaudos de Puerto Rico. El aumento en el nivel de la deuda de Puerto Rico y los esfuerzos para sostenerla son otra consecuencia no deseada de los golpes a nuestra economía. No tengo ninguna duda de que el realineamiento de las economías y las medidas que se están adoptando en Puerto Rico, restaurarán el crédito de nuestra deuda a grado de inversión”.