Se preparan para un incendio en las cárceles

El Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) realizará hoy, simultáneamente en 8 instituciones correccionales de la Región Oeste, el simulacro de incendio de mayor magnitud ante una posible emergencia.

El Secretario de Corrección, Jesús González Cruz enfatizó la importancia de que los residentes en áreas cercanas a las cárceles y familiares de los confinados sepan que se trata de un simulacro y no de una emergencia real.

El simulacro, que se llevará a cabo a partir de las 7 de la noche, impactará dos instituciones en Arecibo, dos en Mayagüez, una en Aguadilla y tres en Ponce, siendo estas últimas Ponce Máxima, Ponce Principal y Ponce 304.

“Por la naturaleza propia de las instituciones penales en Puerto Rico, es importante prepararnos para una emergencia, ya sea un incendio o un terremoto, por lo que hemos establecido como prioridad preparar a nuestro personal y a la población penal para reaccionar de forma efectiva a la hora de proteger la vida de nuestros oficiales y confinados y garantizar la seguridad en la institución”, indicó el Secretario del DCR, Jesús González Cruz.

Este simulacro nos ayudará a detectar fallas, corregirlas a tiempo y conocer las áreas específicas que debemos reforzar. Además nos permitirá evaluar los protocolos existentes para identificar y comprobar que la respuesta interagencial sea la adecuada. Del mismo modo, nos brinda las herramientas necesarias para de medir el tiempo de desalojo y evaluar la respuesta médica en las instituciones, así como la efectividad de la comunicación y la organización de la operación.

“Es importante que los vecinos de las comunidades aledañas y los familiares de los confinados sepan que se trata de un simulacro y no de una emergencia real”, añadió el titular de la agencia.

En este simulacro participarán la Policía Estatal y Municipal, Bomberos, Emergencia Médicas y Manejo de Emergencias.

El evento más reciente que podría catalogarse como emergencia en una institución fue la explosión de CAPECO, por la cual se tuvo que realizar, en tiempo record, una movilización masiva de confinados. Para efectuar dicho traslado se requirió asistencia de la Policía de Puerto Rico y la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA), quienes facilitaron guaguas para la transportación, así como efectivos policiacos y helicópteros para apoyar la vigilancia.