Coca-Cola regresaría a Cuba, pero respetará el embargo “a rajatabla”

“Llevaríamos más de 100 años” en la isla, observó un portavoz, recordando que en 1906 se inauguró en la isla una de las primeras plantas. José Martí bebía el “abuelo” de la Coca-Cola.

Una embotelladora de Coca-Cola en La Habana todavía existe, rebautizada como Embotelladora Metropolitana, en Santa Catalina y Palatino.

El vicepresidente de Asuntos Públicos y Comunicación para América Latina de Coca-Cola, Rafael Fernández Quirós, afirmó el miércoles que la compañía no descarta regresar a Cuba “en un futuro no muy lejano”, si cambia la legislación estadounidense con el reciente “deshielo” en la relación bilateral.

“Con Cuba tenemos una relación muy especial”, pues “junto con Panamá y Canadá fueron los primeros países en los que tuvimos planta embotelladora”, en 1906, afirmó en un encuentro con agencias de noticias internacionales en Atlanta (Georgia), sede de la compañía.

“Si hubiéramos continuado (en Cuba) llevaríamos ya más de 100 años”, refirió el directivo, recordando que las primeras embotelladoras de Coca-Cola en el extranjero se establecieron en 1906 en Cuba y Panamá.

Una embotelladora de Coca-Cola en La Habana todavía existe, rebautizada como Embotelladora Metropolitana, en Santa Catalina y Palatino.

En la ciudad que esta semana acoge los actos por el centenario de la curvilínea botella de cristal, Fernández Quirós aclaró que la legislación de Estados Unidos “establece la prohibición de tener cualquier tipo de negocio con Cuba hoy en día”.

Solamente “hay una excepción, para ventas de productos de agricultura y medicina fundamentalmente, y son exportaciones desde Estados Unidos”.

“Nos vamos a ajustar estrictamente a lo que imponga la legislación. Como empresa norteamericana nos vemos totalmente condicionados, en el buen sentido de la palabra, por la legislación norteamericana, y vamos a cumplirla a rajatabla. Si se levantan las sanciones abriremos nuevos mercados”, señaló.

Planta de Coca-Cola en Santa Clara.

“Mientras eso no se levante nosotros no podemos pensar abrir plantas de embotellados ni sistemas de distribución” en Cuba, recalcó.

Sin embargo, “el hecho de que haya comenzado un deshielo quiere decir que en un futuro no muy lejano las cosas cambien y nos podamos replantear nuestra presencia en la isla”, anunció.

Fernández Quirós recordó que así ha sucedido con otros países, el último de ellos Myanmar, donde Coca-Cola inició operaciones recientemente.

Además de Corea del Norte, Cuba es el único otro país del mundo donde que la multinacional no tiene operaciones. Sin embargo, recientemente han reaparecido en hoteles y tiendas recaudadoras de divisas de Cuba las emblemáticas botellas con etiqueta roja.

¿Bebía José Martí Coca-Cola?

Se desconoce si alcanzó a probar el refresco comercializado desde 1886, pero sí está documentado que Martí bebía el “abuelo” de la que se convertiría en la gaseosa más famosa del mundo.

La idea original de la Coca-Cola, cuya fórmula fue creada en 1886 por John Pemberton, un farmacéutico veterano del ejército confederado durante la Guerra Civil, surge del vino Mariani.

Es sabido que los indígenas de las zonas cocaleras de América Latina calman el hambre y la fatiga masticando hojas de coca. Y eso parece haber inspirado a Angelo Mariani en 1863 a crear un exitoso elíxir reconstituyente basado en ese ingrediente.

El acucioso historiador y estudioso de la vida y obra de José Martí, Carlos Ripoll refiere que el apóstol de la independencia de Cuba se sostenía muchas veces en su agotadora actividad con sorbos de Mariani.

Ripoll cita al respecto al amigo de la infancia de Martí, el médico Fermín Valdés Domínguez: “Su enfermedad era la anemia, como consecuencia del exceso de trabajo. No pensaba ni se preocupaba de la alimentación. Su vida era una labor constante y el constante movimiento, y el trabajo abrumador. Las noches eran para Martí como los días. Jamás un momento de descanso y, para esto, a veces desfallecido, pero siempre en acción. Era su comida una copa de vino de coca de Mariani”.

Ripoll también toma como fuente a Enrique Collazo, comandante de la Guerra de los Diez Años y antagonista de Martí, pero muy cercano a éste en sus últimos tiempos: Escribe Collazo: “Martí era un hombre ardilla; quería andar tan de prisa como su pensamiento, lo que no era posible, pero cansaba a cualquiera. Subía y bajaba las escaleras como quien no tiene pulmones. Comía poco o casi nada; días enteros se pasaba con vino Mariani”.

También apunta Ripoll que bebía Martí abundante café, del cual dijo que “enardece la sangre, anima la pasión, aleja el sueño, inquietísimo salta en las venas, hace llama y aroma en el cerebro, y lleva a soñar y no embrutece”.

Pemberton creó primero su versión del vino Mariani, llamada French Wine Coca, pero debido a leyes sobre la templanza dictadas en Georgia la convirtió en la Coca-Cola, una versión del Mariani sin hojas de coca (sólo quedó en el nombre, por llamativo), pero con cola y cafeína, que comercializó como “delicioso, refrescante, puro gozo, hilarante y vigorizante”. ¿Alcanzaría Martí a probarla?