La aprobación del presupuesto el jueves por la noche, por el que votaron 169 republicanos que desestimaron las presiones de la extrema derecha, vuelve a sembrar la esperanza de que se haga una reforma migratoria.
“Necesitamos ver el mismo nivel de compromiso que se ha tenido para aprobar el presupuesto, para poder pasar la reforma de inmigración”, dijo entusiasmado el congresista demócrata, Luis Gutiérrez.
Gutiérrez es uno de los que han visto con buenos ojos la denuncia que hizo el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, de los grupos asociados al Tea Party que se oponían a la aprobación del presupuesto como se han opuesto a la reforma migratoria.
Boehner dijo que esos grupos “han perdido credibilidad” y que “francamente, no me importa lo que hagan”.
Pese a que los representantes abandonaron sus oficinas en Washington y se fueron de vacaciones de fin de año sin tratar la reforma, Gutiérrez se mostró optimista sobre lo que pueda venir de ahora en delante.
“Las dos cámaras del Congreso y los dos partidos pueden sacar adelante la reforma inmigratoria en 2014 de manera similar. Para ello se requiere el interés de los líderes en ambos partidos, el trabajo arduo y estar dispuestos al compromiso”, dijo Gutiérrez.
“Creo que John Boehner y Nancy Pelosi deben elegir un equipo para liderar los esfuerzos y finalmente alcanzar la reforma inmigratoria”, expresó Gutiérrez en un comunicado.
Si bien terminaron las marchas, los ayunos, las protestas y también las posibilidades de que este año la Cámara de Representantes apruebe una reforma del sistema de inmigración, el representante Robert W. Goodlatte y presidente del Comité Judicial encargado de evaluar la reforma, prometió en una de las últimas audiencias, que la reforma de inmigración sería “la máxima prioridad en el 2014”.
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