Amenazado el emblemático aroma del café boricua

Producimos en estos momentos poquito más de una cuarta parte del café que consumimos. De los 300,000 quintales de café que consumimos en Puerto Rico, únicamente tenemos actualmente la capacidad de producir en Puerto Rico unos 80,000 quintales.

El aroma de esa infusión tan extendidamente saboreada por los boricuas, que llegó una vez a ser el café que se sorbía la mesa del Papa en el Vaticano, se ha ido disipando poco a poco. Aquella que fuera una industria emblemática de Puerto Rico, pervive a duras penas con subsidios gubernativos bajo la amenaza de desaparecer.

En 2007 ya se barruntaba la fuerte dependencia de la importación, cuando adquirimos 105,000 quintales de café para suplir la demanda local. A partir de 2011, la cifra se ha duplicado y ha sido necesario importar al presente 300,000 quintales.

Considerado el café como el oro negro de la canasta básica de los boricua, al extremo de estar bajo llave en la mayoría de los estantes del comercio, no es posible explicar por qué el decaimiento de la industria caficultora. Se trata de un sector agroindustrial con potencial de generar más de 10,000 empleos en los 22 pueblos que comprenden la zona cafetalera, que es paradójicamente la región con mayor nivel de desempleo en Puerto Rico.

Resulta esperanzador que la Secretaria de Agricultura, Myrna Comas, esté prestando atención a la industria cafetalera y proponga para salvarla potenciar el café gourmet, destacando su alta calidad. En 2013, se adicionaron 800 cuerdas nuevas a la producción del café y se espera que en los próximos años se logren sembrar 2,000 cuerdas adicionales. El augurio positivo es que no únicamente se aumente la producción, sino su calidad, teniendo en el mercado más café de primera.

Sería estimulante para el país que al final de la próxima cosecha hayamos producido 100,000 quintales, 20,000 más que lo que producimos actualmente.

Aparte del café, está por verse si prospera, después de 30 años, el nuevo intento por retomar el cultivo de arroz y si podrá extenderse en 2014 a las mil cuerdas como se ha planificado. Igualmente, si la siembra de caña cobrará bríos este año, no sólo para servir de materia prima para la producción de ron, sino también para alcohol en la industria farmacéutica, producción de fibra y combustible.

Otro proyecto que está en etapa preliminar es la siembra de cacao, la cual planifican promover en las fincas familiares que el Departamento tiene disponible para alquiler.

Todos estos son proyecto sumamente necesarios para el esfuerzo de incentivar la economía y salir del atolladero económico y fiscal en que se encuentra Puerto Rico.