La pugna entre Capriles y López al interior de la oposición venezolana

El que hasta ahora ha sido el líder de la oposición en Venezuela, Henrique Capriles Radonski, ha dicho que asistirá este lunes a una reunión con el presidente Nicolás Maduro, en el Palacio de Miraflores. Lo hará en medio de una pugna tras bambalinas con Leopoldo López por el liderato de la coalición opositora Mesa de la Unidad.

La cohesión de la opositora coalición Mesa de la Unidad ha sido siempre muy frágil. No ha podido lograrse una empatía política inquebrantable entre sus dirigentes, la diputada María Corina Machado, el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, Leopoldo López, entre otros.

Está en disputa actualmente estrategias contrapuestas defendidas por Capriles Radonski y López en la coalición Mesa de la Unidad. El primero, es defensor de ir acumulando adeptos mediante actividades políticas pacíficas dentro del marco de la Constitución que tiendan a provocar el descrédito del Gobierno y y capitalizar el descontento hasta esperar las mediciones electorales a ver sus resultados. López, por su parte, es partidario de las luchas golpistas con movilizaciones callejeras que desestabilicen el sistema político a través de un plan que él ha denominado “La Salida”.

El primer acto de movilización en las calles del Plan Salida que convocaron en un reducto tradicional de la oposición, el 2 de febrero, fue una concentración de medianas proporciones que envalentonó a la dirigencia para continuar con el plan de movilizaciones. A partir de entonces, se efectuaron otras protestas callejeras en el país. Las protestas de los estudiantes se transforman por las noches en actos vandálicos y en cierre de vías que carecen de conducción política.

Las divergencias entre López y Capriles Radonsky surgieron cuando aquél se retiró de las elecciones primarias de la oposición —hace dos años— ganadas por Capriles, se hizo efervescente y hoy está en su punto más alto de ebullición. Capriles, quien conserva aún vastos sectores de la oposición de su lado, ahora aparece parcialmente disminuido.

El jueves Capriles echó un poco más de fuego a la polémica al recordar en una comparecencia ante la prensa las diferencias que ha tenido con López. “Dijimos que plantear una salida que no tuviera una agenda social y que no le hablara a los sectores populares no iba a producir nada”, planteó. La advertencia de Capriles apunta a al hecho de que las protestas de los estudiantes se transforman por las noches en actos vandálicos y en cierre de vías que carecen de conducción política. Esto ha permitido al Gobierno aducir el carácter insurreccional que tienen las protestas, pese a los esfuerzos de la oposición de remarcar el carácter pacífico de su lucha. “No podemos salir de este error para incurrir en otro error (…) a los que cierran las calles: ¡Cuidado!

El dilema que enfrenta la oposición es si seguir empedrando el camino de construir una mayoría sin violencia o aferrarse a la gesta golpista e incierta del caos mediante manifestaciones callejeras.

Todo indica que el halcón de Washington en Venezuela es ahora López. Al dirigente de la oposición venezolana se le menciona, según documentos filtrados por WikiLeaks, al menos 77 veces en los cables diplomáticos de Estados Unidos. Muchos de los cables se centran en las disputas internas dentro de la oposición, con López a menudo en conflicto con los demás, tanto dentro de su partido como con otros miembros de la oposición, de acuerdo con un informe publicado por el CERP (Centro para la Investigación Económica y Política).

Se sabe que el Gobierno estadounidense ha estado financiando a la oposición venezolana durante al menos 12 años, incluyendo a algunas de las personas y organizaciones involucradas en el golpe militar del 2002. Esto ha sido reconocido por el Departamento de Estado de Estados Unidos. Su objetivo ha sido siempre deshacerse del Gobierno de Chávez.

Algunos de los cables filtrados revelan el gran interés de Estados Unidos por el papel que López está desempeñando en Venezuela. Un cable del 28 de marzo de 2008 informa de una reunión entre el senador Ron Wyden y López. El cable diplomático estadounidense filtrado agrega que “el senador y su equipo discutieron posibles estrategias de medios con López y métodos para trasladar de manera eficiente su mensaje al público”.