El papa Francisco llamó a poner fin con urgencia a la sangrienta guerra civil en Siria tras su llegada este sábado a Jordania, donde dio inicio a una gira de tres días por Tierra Santa.
Más de 100,000 personas han sido muertas durante el conflicto de más de tres años en esa nación y unos 600 mil refugiados han huido a la vecina Jordania.
El Sumo Pontífice renovó el compromiso de la Iglesia Católica con los refugiados sirios, iraquíes y palestinos y dijo que el conflicto que reina en el Oriente Medio ha sido “demasiado largo”.
Agradeció a Jordania la ayuda dada a refugiados de toda la región, y también destacó la necesidad de “una solución justa para la crisis entre israelíes y palestinos”.
En su primera homilía en Tierra Santa, el papa bendijo además a varios refugiados durante una misa en la que intervino un coro en árabe.
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