Féminas levantan su voz por la Procuradora de las Mujeres

La eliminación de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres (OPM) propuesta por el Gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla (PPD) provocó la indignación de varios grupos de féminas al ser este el único organismo del gobierno que defiende y garantiza las políticas favorecedoras hacia la mujer y fiscaliza el cumplimiento de ellas.

“La propuesta del Gobernador no solo es un acto desconsiderado, sino machista al dejar desprovisto de protección y defensa a un sector tan vulnerable dentro de la población como son las víctimas de violencia doméstica. Es un retroceso a los años de lucha por la defensa de los derechos de la mujer que son muy particulares” denunció la portavoz de la Delegación del Partido Nuevo Progresista (PNP) en la Cámara de Representantes, Jenniffer González, en conferencia de prensa en la Plaza en Honor a la Mujer Puertorriqueña, construida bajo su presidencia y ubicada en el Distrito Capitolino

Por su parte, la senadora Itzamar Peña (PNP), quien es a su vez presidenta de la Mujeres Progresistas, indicó que “sería un desastre, mal juicio y una irresponsabilidad el diluir o eliminar las funciones de esta Oficina, so pretexto de un mal pensado ‘plan de reestructuración gubernamental’, cuyo resultado real sería eliminar los servicios que se ofrecen a la Mujer Puertorriqueña. Cada día el país se estremece con noticias de agresiones, maltratos y muertes a causa de la violencia doméstica. Sin lugar a dudas, éste es uno de los problemas sociales más graves que sufre la sociedad puertorriqueña. Yo responsabilizo al Gobernador por el daño grave e irreparable que ocasionaría el cierre de esta Oficina al pueblo puertorriqueño”.

La Procuraduría de las Mujeres, fue creada bajo la administración de de la Gobernadora Sila María Calderón (PPD) y existe por virtud de la Ley 20-2001, para brindar servicio a las mujeres, fiscalizar el discrimen, la desigualdad y la violencia doméstica contra la mujer.

La OPM surgió luego de muchos años de lucha por grupos feministas y se creó como un compromiso de todos los partidos políticos; solamente representa $1.8 millones de dólares del Fondo General y sobre $2 millones en fondos federales.

“El cabal cumplimiento de los deberes de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres sólo puede darse –igual que con cualquier otra procuraduría—en tanto conserve su más absoluta independencia de cualquier otra agencia o entidad pública, tal y como se dispuso en su ley orgánica. La fusión o integración, no es otra cosa que la supeditación de un ente con una función fiscalizadora a otro organismo con el que incluso pudieran surgir graves conflictos de interés. Representa una involución en la lucha por los derechos de la mujeres, convertir la Procuraduría en un apéndice, una nota al calce, del Departamento de la Familia”, dijo la portavoz del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María de Lourdes Santiago.

“Con la fusión que propone el Gobernador con el Departamento de la Familia el gobierno estaría enfrentando un grave conflicto de interés. Familia, que ahora será llamado a defender las mujeres víctimas de violencia, será la misma persona que llevará a la mujer puertorriqueña al Tribunal para privarla de la custodia de sus hijos, y que abogará por la reunificación familiar, obviando un posible patrón de violencia y maltrato contra la mujer. Cuando las mujeres llamen en búsqueda de ayuda y seguridad en horas de la madrugada, el Departamento no podrá atenderlas ya que no cuenta con el personal adiestrado y con la supervisión adecuada para atender con premura y orientar”, alertó González.

Algunas de las féminas que estuvieron presentes en la actividad fueron: las representantes Lourdes Ramos (PNP), María Milagros Charbonier (PNP); las senadores Margarita Nolasco (PNP), Migdalia Padilla (PNP); la exdirectora ejecutiva del Caucus de la Mujer en la Cámara Johanne Vélez, la presidenta de la Red de Albergues, Vilmarie Rovera Sierra, Beatriz Rosselló quien reveló que su madre había sido víctima de violencia doméstica y tuvieron que ser albergadas en la Casa Julia de Burgos; y representantas de hogares de mujeres maltratadas.