“Brasil no será un refugio para terroristas”, expresó el senador Romero Jucá, sobre el proyecto de ley que tipifica y establece penas para actos de terrorismo.
Se espera que la ley antiterrorismo se vote en febrero en la Cámara de Diputados y en el Senado de Brasil, según Jucá, autor del proyecto.
En la actualidad no hay una legislación que tipifique actos terroristas en Brasil. La situación causa preocupación entre las delegaciones extranjeras que participarán en el Mundial de junio y julio, así como en los Juegos Olímpicos del 2016 en Rio de Janeiro.
El proyecto de ley considera terrorismo cualquier acto que cause terror o pánico en la sociedad, ya sea amenazando o con tentativa de amenaza a la vida, integridad física, salud o libertad de una persona.
Bajo la nueva ley, el terrorismo será condenado un delito sin derecho a fianza, con penas que van de 15 a 30 años en prisión, o de 24 a 30 años en el caso de producirse muertes.
Las penas se incrementan en un tercio si los delitos fueran cometidos contra autoridades brasileñas o jefes de estado y diplomáticos extranjeros, o si ocurrieren en áreas de gran aglomeración de personas, transporte público, o si involucran el empleo de explosivos o armas químicas.
“Esta ley es un gesto de preocupación por la seguridad de las delegaciones”, dijo Jucá. “Claro que ya hay un sistema de seguridad organizado para los grandes eventos. La ley proporciona un marco legal para este sistema. Independientemente del Mundial o los Juegos Olímpicos, ésta es una legislación que se condice con la importancia que Brasil tiene hoy en el escenario mundial”.
El proyecto de ley ganó impulso cuando, a finales de diciembre, Rusia sufrió dos atentados suicidas con bombas que dejaron 34 muertos en Volgogrado, presuntamente perpretados por terroristas islámicos del Norte del Cáucaso, la misma organización ligada a la tragedia de la Maratón de Boston el pasado mes de abril. Desde mediados de 2013, terroristas de esta organización han estado amenazando con atacar Sochi, la ciudad que servirá de sede a los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero.
Los ataques hicieron que las autoridades rusas aumentaran las medidas de seguridad en la región. Se desactivaron explosivos en ciudades próximas y se sospecha que una mujer está preparando un atentado explosivo suicida en Sochi. Esta semana, Rusia sugirió la posibilidad de usar sofisticada tecnología antiterrorista de Estados Unidos durante el evento.
“Es importante que esta ley sea votada antes del Mundial y de las Olimpíadas en Brasil, porque los grandes eventos suelen ser blancos del terrorismo”, sostuvo el abogado Marcus Reis, profesor de Contraterrorismo e Inteligencia del Instituto Legislativo Brasileño, órgano del Senado Federal que ofrece cursos a distancia.
Thiago Rodrigues, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal Fluminense (UFF), dijo que el mayor problema con el terrorismo islámico es que está basado en un “gran estado islámico” y no en un estado con fronteras claramente definidas.
“[El terrorismo islámico] es un terrorismo que no tiene demandas estatales claras”, explicó Rodrigues, experto en seguridad internacional. “El enemigo es Occidente, de modo que hay blancos en todo el mundo”.
Mientras que el proyecto de ley espera su aprobación, Rodrigues dijo que es necesario ser cauteloso con el texto.
“Yo tengo mis reservas sobre lo que va a ser definido debido a la amplia gama de interpretaciones de una ley que se propone después de grandes protestas y antes de grandes eventos”, dijo. “Pero sé que se tomaron las precauciones para no criminalizar los movimientos sociales”.
Había cierta preocupación con respecto a la inclusión del Movimiento de los Trabajadores sin Tierra (MST) y del Movimiento Paso Libre (MPL) en la definición de terrorismo. Pero el proyecto de ley “excluyó el delito para el caso de movimientos sociales reivindicatorios”.
Reis afirmó que la confusión entre los movimientos sociales y el terrorismo puede resolverse si el foco es el acto mismo.
“Lo mismo ocurre con las bandas delictivas. El PCC no es una organización terrorista, pero si manda a quemar autobuses por toda la ciudad, entonces está practicando un delito de terrorismo”. dijo Reis, experto en contraterrorismo y contrainsurgencia formado en la National Defense University, en Washington, DC. “Si el MST ocupa instalaciones de EMBRAPA, eso no es terrorismo. Pero si al ocupar la sede comienza a matar gente y destruir la propiedad pública, entonces se trata de un acto de terrorismo”.
Añadió que la ley será un punto de partida importante que obligará a la policía brasileña a especializarse en contraterrorismo.
“En Brasil, existen fronteras permeables y es fácil comprar armas y explosivos a bajo costo”, agregó Reis. “Durante los grandes eventos, las delegaciones extranjeras podrían convertirse en blancos. Esta ley es fundamental”.
Jucá estuvo de acuerdo y también observó que Brasil tiene una planta nuclear y depósitos de petróleo presal.
“El país es un jugador a escala mundial y necesita una legislación que refleje esa posición”, concluyó.
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