La mezquindad y egoísmo del Supremo

La determinación del Tribunal Supremo denota mezquindad y egoísmo. Decir , como dijo en su opinión jurídica el juez presidente del Supremo, Federico Hernández Denton, con el aval unánime de los demás jueces del alto foro judicial, que la ley que reforma el sistema de retiro de la judicatura es constitucional, pero no aplica a los jueces en funciones es un gesto de argucia y listeza deshonestas.

Si se exige sacrificios al país, debe ser una exigencia de cumplimiento para todos, incluyendo a la Rama Judicial. Pero el juez Hernández Denton y sus cuates en el Supremo se comportan como si fueran los dioses del Olimpo, por encima de todo alcance terrenal. Para estos engreídos, el cumplimiento de las leyes es para el resto de los mortales; no para ellos.

Utilizar lagunas interpretativas en la redacción de la ley son argucias leguleyas que no van a tono con el momento trascendentalmente crítico que vive el país. Si alguna rama del Gobierno debe ser ejemplar en momentos críticos como los que vive el país es la Judicatura y su Tribunal Supremo. Es de arriba hacia abajo que se puede poner la casa en orden. No con listezas y argucias evasivas de responsabilidades.

Habrá que ver ahora el fallo judicial del Supremo en el caso de la reforma de retiro magisterial. A ver si se utiliza la misma vara para medir al hacer juicio de asuntos similares o prevalece la argucia y la listeza de reclamar sacrificios para todos, menos para mí.