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Un Gobierno que denota complacencia a dictámenes de los bonistas de Wall Street

Es cada vez más común el parecer de que se está gobernando improvisadamente y a ciegas con tal de satisfacer el dictamen económico de los especuladores de Wall Street.

Para no pocos puertorriqueños, la reforma al retiro magisterial se fue improvisando a tractos en una alocada sesión extraordinaria de la Legislatura convocada a toda prisa por el gobernador Alejandro García Padilla sin la debida consulta a los actuarios de dicho sistema de pensión.

No faltan personas que opinen que en la legislación aprobada con celeridad en la Cámara de Representantes y que ya se da por sentado que el Senado aprobará como sello de goma, no hay un análisis actuarial que demuestre a ciencia cierta de qué manera toda esta reforma terminaría subsanando el déficit de unos $10,000 millones que afronta el sistema de retiro magisterial. Conforme a los que opinnan así, de lo que se trata es simplemente de un esfuerzo a ciegas para hacerle ver a los bonistas de Wall Street que hay un Gobierno con la disposición obediente de procurar resolver el problema fiscal. Más tarde vendrán los ajustes a esta mala legislación.

La opinión más generalizada que se escucha en la calle es que una legislación ponderada y hecha con seriedad y cordura requeriría la consulta y asesoría de los actuarios del sistema de retiro magisterial. Es la única manera de garantizar que las medidas que se adopten en un intento de reforma a la jubilación magisterial resuelve realmente el problema actuarial deficitario.

Pero no. Lo que se ha fraguado es un ataque blitzkrieg‎ (guerra relámpago) para imponer rápidamente una determinación que se sabe tiene mucha oposición. Las correcciones, entonces, a la legislación se irán haciendo en la marcha, ya cuando el período de choque con las fuerzas sociales del país haya amainado o desaparecido acerca de ese tema.

No hay muestras en todo este proceso de que se hubiese establecido en la legislación prueba fehaciente de cómo la reforma irá resolviendo el problema de un déficit actuarial de poco más de $10,000 millones que se atribuye al sistema de retiro magisterial.

Lo que no se ha explicado, tampoco, es cómo hay manera de garantizar un pago mínimo de pensión de $1,625 como lo enmendó la Cámara de Representantes a toda prisa, cuando bajo un sistema de contribución definido prospectivamente no es posible esa garantía. Ello es así, porque la reforma del sistema de pensión magisterial deroga el actual plan de beneficio definido acumulado.

Bajo el actual sistema de retiro del magisterio, un maestro o una maestra que esté por retirarse en mayo de 2014 tendría derecho a una pensión promedio de aproximadamente $2,025, partiendo del cómputo para ello de un salario promedio de $2,705.00 mensuales.

El plan de beneficio definido (como su nombre indica) define un beneficio para un empleado sobre la edad de jubilación. El beneficio en un plan de pensiones de beneficio definido se determina mediante una fórmula, que incorpora el salario del empleado, los años de servicio, la edad de jubilación y otros factores.

En el actual Sistema de Retiro de los Maestos todo cotizante con treinta (30) años o más de servicios acreditables y cincuenta (50) años de edad o más tendrá derecho a una pensión equivalente al setenta y cinco por ciento (75%) del promedio de los treinta y seis (36) meses de salarios más altos.

Por el contrario, en el plan de contribución definida, la contribución está definida, pero el beneficio se desconoce. Un acuerdo típico de contribución definida es aquel en el que las contribuciones (realizadas por el empleado, el empleador o ambos) se hacen a una cuenta que crece mediante la inversión. A la hora de jubilarse, el empleado dispone del resultado de los réditos de esa inversión con sus aportaciones mensuales. Las pensiones de contribución definida suelen ser portables. Mediante estos planes de contribución definida, el riesgo de inversión y el premio los toma cada individuo (empleado o jubilado) y no el empleador.

El beneficio de un plan de contribución definida depende del balance de la cuenta en el momento en el que el empleado quiere utilizar sus fondos. Por ello, en este tipo de plan, la contribución se conoce, pero el beneficio es desconocido (hasta que se calcula). La inversión de la contribución seguirá los ciclos económicos (recesión o depresión, expansión, auge o boom, declive o desaceleración), por lo que el beneficio es desconocido.

No hay manera, entonces, de una garantía de pago mínimo de pensión de $1.562 mensuales, que ahora la Cámara de Representantes dice haber enmendado para garantizar de $1,625 al mes a aquellos y aquellas que aún no se han retirado. Se aumenta la edad de retitro ahora con la reforma a 55 años. Lo cierto es que ya no habrá un plan de beneficio definido acumulado, como el que se pretende reformar.

Lo que sí parece ser una opinión consensuada es que gobernar mediante tácticas de ataque blitzkrieg‎ (guerra relámpago) y métodos legislativos “fast track” en medio de las festividades navideñas no conduce a otra cosa que al desasosiego y a la violencia, haciendo de Puerto Rico un país cada vez más ingobernable.

El autor fue columnista del desaparecido periódico El Mundo y ha escrito columnas y colaboraciones de análisis para la sección de noticias internacionales de El Nuevo Día. Es actualmente oficial de prensa y comunicaciones de la Unión General de Trabajadores (UGT).

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