Chao, “mi comandante”

Por: Francisco Alarcón

La oposición venezolana se consolida como opción ganadora en las próximas elecciones, con una unidad forjada por la base y con una votación en las primarias de 3 millones de votos, superior a la del oficialismo que fue de 2.5 millones.

Contra todos los pronósticos avanzamos hacia la nueva Venezuela, ahora a la oposición le corresponderá dar ese segundo paso robusteciendo la unidad y cómo dijo “Lenin lo principal es la agitación y la propaganda”. No habrá posibilidad alguna de desvíos, fue el pueblo quien, contra viento y marea, escogió y decidió la vía del voto y la designación del candidato. Desde el exterior nos ven como una expresión monolítica y no como una oposición dispersa, tendrán en adelante con quien entenderse y quienes hayan negociado con el gobierno a largo plazo, deberán revisar que todas esas contrataciones sean licitas. Venezuela exhibe otro perfil ante el orbe a pesar que la “revolución militarista” quiera proyectarse distinta. Entenderán que el pueblo de Venezuela no quiere nada con el comunismo, empezando por Fidel Castro y sus aláteres, y que esos organismos como la ALBA, creados para explayar la idea, no tienen vigencia.

Con lo acontecido el 12 de Febrero quedó aclarado que no siempre las encuestas reflejan la realidad y que el pueblo dejo de “querer” a Chávez y de preocuparse por su salud, en el futuro eso será de su sola incumbencia. Su conexión con los sectores populares menguó y seguirá menguando. Sus promesas se agotaron en trece años de campaña electoral en chocarreras cadenas de radio y televisión. Lo novedoso estará en la oferta de Capriles, acompañado esencialmente por jóvenes y una nueva maquinaria política se yergue en el país. Todos los candidatos de la MUD eran buenos pero había que escoger uno, y ésta fue otra particularidad redundante. La generación de relevo habla y se expresa, ante la decadencia de una “revolución” gastada y con inservibles funcionarios públicos. Lamentablemente Venezuela se depreciará frente al mundo económico, será difícil la consecución de nuevos créditos y los chinos estarán mosca para hacerle adelantos al oficialismo con fines proselitistas; aquí se cayó el “Muro de Berlín” el 12 febrero de 2012.

Pero no ha terminado todo, quizá haya comenzado todo con las elecciones de octubre, definitivas para consolidar el triunfo de la oposición, y desde ya cada uno de los que votaron deberán obligarse en persuadir y llevar dos votantes nuevos. El poder radica en el pueblo y es quien quita y pone, y la “revolución” los atiborro de mentiras y falsos valores, tratando de crear gestas y héroes imaginarios; hoy despiertan nuestros atemorizados compatriotas, distraídos por vapores vanos para regresar al mundo real, que les accederá a escoger en democracia y a vivir en libertad sin soportar una bota en el cogote, fijando el rumbo de sus existencias. No quieren más “favores” ni “amores” de Chávez, aspiran tomar su propio destino con desempeños propios. Y cuando estas circunstancias llegan por lo general son irreversibles. Ojo pelado todo el mundo puesto que los vientos alisios son de libertad y democracia. Mas nada de aquello a la orden mi Comandante, si mi Comandante, pronto será parte de la iconografía del pasado ominoso, y sazonado con la sorna y burla propia de este pueblo, que sin quererlo se vio involucrado en una autocracia. Personajes anodinos que confundieron la buena voluntad de algunos compatriotas notándose liados hasta en actos indecorosos, tendrán que ser redimidos para reinsertarlos en la Patria de Todos. La Venezuela del éxodo y de los exiliados desaparecerá cuando los viajes se realicen por motivos de solaz y no para salir huyendo del comunismo. Bienvenido de nuevo los extranjeros que llegaron a compartir su trabajo y su pan con nosotros. El mensaje del pueblo fue Democracia.